Marga quiere actuar con prudencia y esperar el momento para presentar una denuncia contra su superior, el inspector Vilana. Pero Molina ha tocado fondo. Seguramente le expulsarán del cuerpo, tiene abiertas varias causas judiciales y ha perdido a su mujer para siempre. Sin esperanza alguna, se dispone a poner fin a sus problemas. Finalmente, Max debe volver a Holanda para cuidar a su madre, pero antes de separarse, Rebeca quiere hacer algo que les una para siempre.