Aunque no lo reconozcan, los Mossos trabajan ya con la hipótesis de un asesino en serie y articulan un operativo para atraparle: la operación Sleepers. El sargento Molina se presenta voluntario para infiltrarse entre las personas sin techo, pero las noches a la intemperie acaban minándole la salud y la moral. Mientras, los Mossos recomiendan a los sintecho que no pernocten solos, pero surgen problemas de convivencia y Jonas abandona la protección del grupo.