Con Guevara como enemigo, Marilú y Vanessa intentan incorporar a Yvette a su causa. Juntos, se cuelan en el set del programa de Gina Sánchez-White, donde presentan su negocio. Gina los rechaza públicamente, pero en privado acepta invertir. Las chicas ahora están en las grandes ligas. Pero en su momento culminante, descubren que tienen un socio inesperado que cambiará las cosas para ellos.